Vivimos en un mundo de sensaciones que percibimos e interpretamos. Nuestros sentidos son fundamentales para cualquier función, y el desarrollo evolutivo nos ha proporcionado las herramientas adecuadas para hacerlo. Nuestro cerebro es un órgano fundamental, porque nuestra especie depende especialmente de su trabajo para sobrevivir.
En los años sesenta, en experimentos con gatos y monos, se comprobó que los mamíferos presentaban una característica fundamental: en el desarrollo temprano tras el nacimiento se produce un importante desarrollo en el cerebro. Aumenta su masa, se especializan las células, y se establecen numerosas conexiones sinápticas entre las neuronas. Estos cambios fisiológicos permiten el desarrollo de más capacidades perceptivas, específicamente la audición y la visión.
Se comenzó a ver además que la propia actividad generaba estos cambios, algo que se pudo visualizar en seres humanos a partir de la aparición de métodos de observación de la actividad cerebral como la resonancia magnética. Más aún, se comprobó que los diferentes sistemas perceptivos se desarrollan a ritmos diferentes, porque comportan la activación de zonas corticales distintas, y porque la visión, por ejemplo, implica zonas más amplias y por lo tanto mayor necesidad de procesamiento de la información que la audición, por ejemplo. El propio desarrollo de cada uno de estos sistemas se producía con mayor o menor velocidad dependiendo de la actividad: es precisamente la estimulación producida por el uso (que exige cada vez una complejidad mayor: en el caso auditivo, por ejemplo, ir comprendiendo el lenguaje humano y aprendiendo a utilizarlo) la que establece esa circuitería cerebral cada vez más intrincada, algo que se ha podido comprobar comparando el desarrollo de niños con diferentes grados de problemas auditivos mediante la resonancia magnética.
En cierto modo, la ciencia va consiguiendo demostrar algo que intuitivamente siempre hemos comprobado en los niños: tras el nacimiento sus capacidades son escasas, y poco a poco se va produciendo un desarrollo que además tiene que ver con un entorno rico que permita una mayor actividad. También resulta obvio observando los primeros años de vida cómo en una primera etapa el sistema auditivo es más importante incluso que el visual: un ruido, una voz despiertan una respuesta más rápida que un estímulo visual. La audición comienza a desarrollarse en último trimestre del embarazo, con lo que en un recién nacido está más desarrollada que la visión, que sólo comienza a desarrollarse a partir del nacimiento.
¿Hasta qué edad se produce este fenómeno? Neurológicamente, la ventaja en el punto de partida explica diferencias hasta unos 10 meses después del nacimiento. Pero lo que nos parece intuitivo en los primeros meses de vida no lo es tanto posteriormente: la conducta cada vez más compleja, la interacción creciente con el entorno y el uso más diestro del lenguaje, dificultan el juicio.
Sin embargo, los psicólogos han podido comprobar cómo estas diferencias se mantienen a lo largo de todo el desarrollo vital. Por ejemplo, los adultos tendemos a preferir la información visual a la auditiva. En cierto modo, esto es lo que expresa el dicho de que "una imagen vale más que mil palabras". Los niños, por el contrario, prefieren el sonido a la imagen.
Vladimir Sloutsky y su equipo de investigadores del Centro de Ciencia Cognitiva de la Universidad del Estado de Ohio (EEUU) publicaron el resultado de una serie de experimentos llevado a cabo con niños de hasta cinco años donde muestran cómo esta superioridad auditiva se mantiene incluso a los cuatro años de edad.
Las experiencias, con niños y adultos como grupos de trabajo, se realizaban presentando estímulos diferentes (una imagen y un sonido) de forma simultánea en un ordenador, y los sujetos debían recordar el emparejamiento de ambos, y señalarlo si aparecía de nuevo. Los adultos identificaban las imágenes "correctas" a la hora de ver nuevos emparejamientos, mientras que los niños se basaban más en los sonidos "correctos". En niños de cuatro años se comprobó que la capacidad perceptiva visual era perfectamente capaz pero que realmente ellos preferían la auditiva.Esto parece incorporar una nueva variable en el estudio del desarrollo de los sistemas de percepción e interpretación, porque la cuestión no es ya solamente de desarrollo fisiológico, sino del tipo de actividad que realizan: a pesar de que por así decirlo geográficamente en la corteza cerebral el área visual es mayor que la auditiva, y así requiere un mayor tiempo de formación y desarrollo, el procesamiento de las señales funciona de manera diferente. En aparente contradicción, las escenas visuales se procesan rápidamente en el cerebro, siendo además estímulos que tienen una permanencia temporal mayor porque son normalmente estacionarios. Frente a ello, los sonidos se interpretan de forma secuencial, son estímulos que duran menos y cuyo procesamiento implica encadenar unos con otros en serie.
Sin embargo, según Sloutsky aquí puede precisamente radicar la razón de esa predominancia de lo auditivo frente a lo visual hasta una edad de cinco años: la comprensión de lo oído exige mayor atención, se trata de una demanda más importante que necesita ser primada.
5 comentarios:
Hola!
Muy interesante vuestro comentario.
Es cierto que un niño tiene desarrollado el oido antes que la vista, porque el de la vista lo desarrollan posteriormente.
Por este motivo, es importante que el niño disfrute auditivamente de sonidos placenteros: una nana, el sonido de una canción, como la música clásica, etc... para que empiecen a agudizar el sonido.
Además, es importante que viva en un ambiente relajado entre los padres: que no se produzcan disputas entre ellos ni tampoco levantar la voz al niño, ya que puede alterar el bienestar de ese niño. También evitar que el niño viva en un ambiente ruidoso (lleno de coches, de obras...).
Daniel Álvarez Hernández
1º educación infantil
holassss!!!! felicidades por ese blog...
Es muy interesante, porque es cierto que el niño desarrolla el oído antes que la vista, esto lo podemos observar en un niño recién nacido que no ve solo bultos, si le miras bien los ojos tiene la mira como perdida pero cuando oye una voz gira la cabeza.
Por eso creo que es conveniente que le pongamos sonidos que le agraden evitando así todo lo que le pueda molestar o dañar su oído.
Esmeralda Zurdo Campos 1º E.INFANTIL
Eva García Ramo 1º Ed.Infantil
Buenas, muy bueno el blog, me ha gustado bastante el artículo, pero tengo que añdir que aunque es verdad que el niño desarrolla antes el oido (desde el vientre de la madre), el sentido de la vista es el que luego usará con mayor eficacia (si el niño no tiene deficiencias en la visión, por supuesto). Enhorabuena por el blog una vez más.
hola!!muy chulo el blog!!y muy interesante el articulo!!! es verdad, que los niños lo primero que desarrollan es el oido ya que cuando nacen reconocen la voz de la madre por ser la persona con la que mas contacto ha tenido en esos 9 meses y cuando nace pue sigual, al principio reconoce la voz de la madre y mas tarde pos ya las otra svoces, por lo que si es importante ponerle musica clasica, canciones apropiadas para ellos, para desarrollar aun mas el oido, y evitar cualquier tipo de sonido que pueda alterarles. besos!!
MARTA RAMOS NUÑEZ(1 DE EDUCACION INFANTIL)
HOla!!Bueno ya no me keda mucho q decir sin llegar a la repeticion porq ya han dicho todo lo q pensaba.
Yo tb creo q es muy importante ponerle al niño musica q le resulte placentera para que vaya desarrollando y afinadno un poco el oido, aunq ya reconozcan la voz de la madre y consigan diferenciar las palabras de otros sonidos. Vuestro blog esta muy chulo y el articulo mu interesante^^
Sonia Murciego Megías
1º Ed. Infantil.
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